Con el inicio de la reunión plenaria anual de la Asamblea Popular Nacional, China pone en la mira el frente financiero y económico como parte fundamental de su agenda política. La atención se centra en señales clave que puedan ofrecer el liderazgo chino respecto a las tensiones entre seguridad nacional y crecimiento económico.
Durante la jornada inaugural de la Asamblea, se espera que China anuncie su objetivo de crecimiento para 2024, proporcionando una perspectiva crucial sobre cómo el gobierno chino visualiza el panorama económico. Además, se divulgará el presupuesto de Defensa, que ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, destacando la modernización y fortalecimiento de las Fuerzas Armadas chinas.
Paralelamente, se llevarán a cabo las reuniones de la Conferencia Consultiva, un órgano asesor con capacidad para proponer iniciativas legislativas. Este evento, conocido como “las dos sesiones”, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el año pasado y establecer nuevos propósitos para el próximo.
El informe de trabajo que presentará el primer ministro, Li Qiang, dará pistas sobre su margen de maniobra en asuntos económicos, especialmente en medio de la creciente intervención estatal que genera preocupación entre los empresarios occidentales. El gobierno chino ha adoptado medidas que van desde la liberalización de visados para impulsar los intercambios comerciales hasta reformas en la Ley de Secretos de Estado, generando incertidumbre en el sector empresarial.
Analistas de Trivium China perciben un cambio de prioridades en la lucha entre estabilidad y desarrollo, sugiriendo que la seguridad a expensas del crecimiento económico ha ido demasiado lejos. Esto se refleja en el enfoque en la fuerza económica como un medio efectivo para resistir diversos riesgos.
La situación económica actual de China es objeto de preocupación, a pesar de su crecimiento del 5,2% en 2023. Desafíos como la desaceleración del sector inmobiliario, la baja confianza del consumidor y la caída de las inversiones privadas presentan un cóctel que podría convertirse en una fuente de inestabilidad social, subrayando la importancia de las decisiones que emergerán de la Asamblea Popular Nacional en los próximos días.