Más allá de la entrega de prendas de calidad y materiales auxiliares en las aulas, el programa de uniformes y útiles escolares en Durango se destaca como una iniciativa social que distingue al estado del resto del país. Esta política pública, promovida por el gobernador Esteban Villegas Villarreal, refleja un gobierno con un fuerte sentido humano y solidario, que se esfuerza diariamente por atender las necesidades más importantes de la sociedad, especialmente las de nuestras hijas e hijos.
El diputado Ricardo López Pescador expresó que esta iniciativa del gobernador demuestra que los recursos públicos, aprobados por el Congreso del Estado para esta política social, están siendo utilizados de manera efectiva. Gracias a ello, miles de niños y niñas podrán regresar al próximo ciclo escolar con uniformes nuevos. En días recientes, el Gobierno del Estado comenzó la distribución de más de 370 mil uniformes escolares, incluyendo 20 mil 758 uniformes tradicionales y 196 mil paquetes de útiles escolares para alumnos de primaria, además de tres mil 743 cajas de material didáctico para preescolares.
López Pescador destacó que los uniformes tradicionales están destinados a estudiantes de pueblos originarios, cuyos diseños fueron realizados por ellos mismos, en ocho regiones específicas como huicholes, mexicaneros y tepehuanos de distintas comunidades en los municipios de Mezquital, Pueblo Nuevo y Súchil. Estas acciones no solo crean condiciones de igualdad, equidad e identidad para los niños, sino que también representan un gran ahorro para las familias de Durango. Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), cada familia gasta entre dos mil 500 y tres mil pesos por estudiante en el inicio del ciclo escolar, incluyendo uniformes, útiles, mochilas y calzado.
Finalmente, López Pescador aseguró que, al proporcionar uniformes gratuitos, se reduce la brecha entre estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos, promoviendo un sentido de igualdad y pertenencia entre todos los alumnos. Además, estos uniformes pueden ayudar a minimizar la discriminación basada en la apariencia o la ropa, lo que puede reducir el bullying relacionado con la vestimenta.
