Sin Censura.-
Por: Víctor R. Hernández
César Vidal, el filósofo y escritor español, en su conferencia La Manipulación Política del Lenguaje, reproduce parte del famoso libro Rebelión en la Granja, de Erik Blerk o George Orwell. La novela se conoce también como 1984 y entre otras cosas describe que:
“Desperdigados en Londres había sólo otros tres edificios de tamaño y apariencia parecidos, empequeñecían de tal modo la arquitectura de los alrededores que desde el tejado de las casas de la victoria se divisaban los cuatro a la vez.
“Eran la sede de los cuatro ministerios en los que se dividía el sistema gubernamental. el Ministerio de la Verdad, que se ocupaba de las noticias, los espectáculos, la educación y las bellas artes; el Ministerio de la Paz, encargado de los asuntos relativos a la guerra. El Ministerio del Amor, que se ocupaba de mantener la ley y el orden, y el Ministerio de la Abundancia, que era el responsable de los asuntos económicos”.
Orwell, a través de su obra publicada en 1949 lanza una fuerte crítica a los regímenes socialistas de la época y aborda temas como la manipulación de la verdad, la vigilancia masiva y el abuso del poder.
Indudablemente que George Orwel, entonces, hablaba de un futuro distócico, sombrío increíble. Un futuro que vivimos con todos sus elementos bajo el régimen de Morena. Veamos si sí o no.
Ayer en la plancha de el Zócalo, en la Ciudad de México, el régimen morenista festejó el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, pagando 500 pesos por acarreado; presumen que lograron concentrar más de 300 mil.
En su mensaje, Sheinbaum Pardo advirtió que en su administración quien robe enfrentará a la justicia, porque el poder no es para enriquecerse, y consideró que su antecesor Andrés Manuel López Obrador representa un ejemplo de honradez.
“En este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla. Y quien traiciona al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta a la justicia”

“El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad”, dijo la mandataria, cuyo gobierno investiga la red de corrupción del huachicol fiscal encabezada por Fernando y Roberto Farías Laguna, sobrinos del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda, y el caso de Hernán Bermúdez Requena, líder del cártel La Barredora y mano derecha de Adán Augusto López Hernández, quien lo nombró como secretario de Seguridad cuando fue gobernador de Tabasco.
Sin embargo, a la fecha, ni el ex secretario de Marina, Rafael Ojeda y ni el líder del senado, Adán Augusto López, han sido llamado por la justicia. El mensaje es: la justicia nunca alcanzará a los de arriba, a los que tengan relación cercanísima con López Obrador.
El 20 de septiembre, el articulista de El Universal, Jorge Triana, sostiene en su colaboración que en México “se ha cruzado un umbral peligrosísimo: la filtración de una carpeta de investigación de la Fiscalía General de la República, aquella que documenta la operación de lo que quizá sea la red criminal y de complicidades políticas más grande en la historia del país, vinculada al huachicol fiscal, a la Marina y, en general, al gobierno de López Obrador”. “Que un caso de esta magnitud —con nexos en las Fuerzas Armadas, las aduanas y hasta con cárteles de la droga— quede expuesto, refleja la extraordinaria vulnerabilidad institucional que enfrentamos como país.
“El expediente filtrado a medios de comunicación —512 fojas— detalla lo que la propia Fiscalía y el gobierno ya habían admitido de manera general: que la Marina se convirtió en epicentro de una red criminal que facilitaba el contrabando de combustibles, encabezada por los sobrinos del almirante Ojeda, exsecretario de Marina en el sexenio pasado. Gracias a la filtración, información que debía guardarse en estricta confidencialidad aparece respaldada con documentos, testimonios y nombres.
La ley es clara: el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales establece la reserva de las investigaciones, y el artículo 225 del Código Penal Federal tipifica como delito la revelación de información confidencial. Filtrar este expediente no solo viola la ley, también socava un principio fundamental del proceso penal: la secrecía procesal.
Lo grave es el silencio. La Fiscalía no ha desmentido ni confirmado nada: ni la filtración del documento ni la veracidad de su contenido. Y su mutismo abre la puerta a la sospecha: ¿será porque todo es cierto?
Lo que revela el expediente prohibido es demoledor: los hermanos Farías Laguna, sobrinos del almirante Ojeda, ratificados como jefes de la red; el testigo protegido “Santo” confesando sobornos millonarios entregados en cajas de perfume; la denuncia de tensiones internas entre Andy López Beltrán y Omar García Harfuch; y el papel del Capitán Sol, operador financiero que coordinaba aduanas, sobornos y el paso de buques cargados de hidrocarburos ilegales. También se documenta que un contralmirante, Fernando Rubén Guerrero Alcántar, fue asesinado tras reunirse con el secretario de Marina para advertirle de la trama de corrupción.
Pero hay más. Se han exhibido los vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, se menciona a la empresa Vector, de Alfonso Romo, como parte del esquema de lavado de dinero, y se revela que incluso se introdujeron armas de contrabando al país. También se ha señalado una reunión, a finales de 2021, entre Gonzalo “Bobby” López Beltrán, Amílcar Olán y Roberto Farías Laguna, vinculada a las operaciones de esta red.
Tampoco quedan fuera los actores cercanos al poder: el empresario tabasqueño Saúl Vera Ochoa, amigo y patrocinador de Adán Augusto López, que controlaba el muelle 289 en Tampico; las empresas de la familia de Audomaro Martínez, jefe de inteligencia de López Obrador, que forman parte del entramado criminal; y los negocios del hijo del gobernador Alfonso Durazo con uno de los sobrinos del almirante Ojeda.
La gran incógnita es quién decidió filtrar un expediente que, además de documentar la enorme red de huachicol fiscal, expone la guerra interna en el grupo gobernante. ¿A quién conviene que esta información salga a la luz? ¿Quién mueve los hilos dentro de la Fiscalía para exhibir a marinos, empresarios, políticos y hasta a los hijos de López Obrador? Y, aún más grave, ¿por qué Claudia Sheinbaum guarda silencio frente a una filtración que vulnera la secrecía procesal y sacude los cimientos de su gobierno? Hasta aquí parte del artículo de JJOrge Triana.
Pero ayer en el Zócalo, Sheinbaum Pardo lanzó otra amenaza al vacío para simular que se combate la corrupción del cerrado grupo de López Obrador:
““En este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla. Y quien traiciona al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta a la justicia.
“El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad”.
La utopía de la justicia morenista.