Daniela Soto: ¿por no querer asesinar a un bebé, los duranguenses somos doble moral? ¿Neta?

Sin Censura

Por: Víctor R. Hernández

El tema del aborto ha regresado. Algunos dicen que es un tema cíclico, que los grupos abortistas insisten una y otro y otra vez, en su objetivo de asesinar a niños en el vientre materno. Han jurado que no descansarán hasta ver colmada su petición en las cámaras de diputados de las entidades federativas.

En diferentes momentos de la historia reciente, legisladores de Durango que reconocen y hacen respetar el derecho a la vida, que es el principal derecho constitucional, el supremo en nuestra carta magna, han logrado contener esta petición, hoy exigencia abierta y descarada de las promotoras de la cultura de la muerte.

Pero una vez más el tema toca a la puerta y ahora disfrazado de amparo promovido por mujeres de esta corriente abortista, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sí esa Corte corrupta que #Morena desprestigió, secuestró y ahora se apoderó de ella, ordena a los representantes populares de los duranguenses que sometan a votación si se concede el amparo solicitado para que en Durango se realice el asesinato de un bebé de unas semanas de gestación.

Ayer fue el tema en la jornada de los legisladores locales. Y en este contexto, Daniela Soto diputada por el PRI y dirigente estatal de este instituto político (en el que militan miles de ciudadanos y ciudadanas cristianos y católicos, respetuosos de la vida y la familia y a los que Daniela Soto dice representar), los calificó de doble moral y anunció que ella votará a favor del asesinato de bebés en el vientre materno.

La sociedad duranguense, sostiene la diputada Soto, es una sociedad muy complicada y en eso, un tanto doble moral, porque si bien es lo que la ley dice y para muchos es lo correcto, pues también hay posturas mucho muy moralistas que aún no están de acuerdo y eso es a lo que muchos políticos les cuesta pagar, el costo político de tomar una determinación como esta. 

Pero además, la que en su juventud defendió la vida y que hoy está en su contra, la legisladora Soto denuncia (sin dar una sola prueba) que está recibiendo amenazas de la Iglesia Católica.

“Lo que no está bien son estas amenazas que luego se hacen de ambos lados; ni tanto la injerencia de la iglesia ni tampoco de los grupos colectivos.  Que sea una determinación que revisemos las y los diputados de acuerdo a lo que nuestros representados, las y los duranguenses quieren para nuestro estado.

“En lo personal yo estoy a favor” (del aborto).

Daniela Soto, la doble moral es aquella que se desdobla en dos: una proclamada, otra practicada. “La doble moral, hay que decir, es una falsa moral o, quizás, una moral degradada, una falta de moral verdadera. Cuando decimos que alguien tiene doble moral, en realidad decimos que afirma explícitamente ser moral, cuando en realidad no actúa en su vida cotidiana de acuerdo con los valores de los que se proclama defensor. La moral proclamada serviría, entonces, para adornar la imagen propia ante otros, nada más. El agente de la doble moral sería, en realidad, agente de la inmoralidad. La moralidad de la que habla no la practica” (tomado del blog de Iñaki Domínguez: https://ethic.es/los-mecanismos-de-la-doble-moral#).

Y porque nos has metido a todos en ese costal, permíteme explicarte algo:

Uno de los argumentos que siempre exponen las abortistas como tú (Daniela Soto), es que la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo.

En primer lugar, es mentira que la mujer no sea dueña de su cuerpo y que no decida sobre él. ¿Cuándo se ha legislado de que la mujer, o el hombre, se vistan de determinada forma, se rapen o se corten el pelo con tal o cual estilo, o no se tatúen? Hasta ahorita nadie ha prohibido nada, así es que ese argumento no se puede presentar en este debate, simplemente porque no aplica.

Por otra parte, y creo que este es el centro de la discusión: el derecho de quitarle la vida al otro. Estando de por medio la vida humana, nadie tiene derecho de quitarle la vida a otro, y menos si es un ser indefenso.

Cuando hablamos del derecho de la mujer de disponer de su cuerpo, estamos hablando de que se vista como quiera, se peine como quiera, se pinte como desee, o se ponga tatuajes, como ya lo hemos explicado. Pero cuando hablamos de aborto, estamos hablando de utilizar el propio cuerpo para quitarle la vida a otro  cuerpo que está en su vientre, entonces, estamos hablando de contradicción de derechos. O de derechos en conflicto.

La mujer tiene derecho de su cuerpo en la medida en que no vulnere el derecho de vivir de otro ser humano.

Ahora bien, este debate nos conduce al otro argumento ya muy debatido, pero que las abortistas como tú (Daniela Soto) siguen argumentando: es que a determinadas semanas no hay vida en el embrión, entonces no se puede hablar de un ser humano.

Para tu información la vida humana comienza desde la concepción.

En este tema, hasta filósofos pro aborto de los más radicales como Peter Singer ya lo han dicho con toda claridad y, por otro lado, la ciencia moderna ya ha demostrado que la vida humana comienza desde la concepción, con lo cual los argumentos pro aborto tienen que ir por otro lado; ya hay un ser humano desde el momento de la concepción. Si no lo hubiera no podría desarrollarse como ser humano y genómicamente es autónomo. 

Esa carga genética que tiene el ser humano desde el momento de la concepción, es distinta de la de la madre y del padre. Hoy se tiene claro que ese cuerpo no es parte del cuerpo de la mujer, por lo tanto, hay una falacia cuando se dice que a los dos o cuatro o seis semanas de embarazo, aún no existe un ser humano.

Y no lo dice la Iglesia, lo sostiene la ciencia…

Jérôme Lejeune: el científico que renunció al Nobel por defender la vida aunque sus aportaciones como científico fueron enormes,  lo demostró, en su momento, una y otra vez. 

Es de todos conocido, que Jerome Lejeune estaba postulado para ser Premio Nobel, pero tenía que abandonar su línea pro vida y anti aborto… Esto significaba que no debía oponerse al proyecto de ley de aborto eugenésico de Francia. A pesar de esto se opuso y fue más allá pues llevó la causa pro vida a las Naciones Unidas. 

Se refirió a la Organización Mundial de la Salud diciendo: “he aquí una institución para la salud que se ha transformado en una institución para la muerte”. Esa misma tarde escribe a su mujer y a su hija diciendo: “Hoy me he jugado mi Premio Nobel”. Y así fue, cayó en desgracia ante el mundo y la comunidad científica y el premio no le fue concebido.

El fundamento de la defensa que dio sobre la vida es que desde la fecundación, con a penas 1.5 mm de tamaño, ya existe un ser humano. “Cada uno de nosotros tiene un momento preciso en que comenzamos. Es el momento en que toda la necesaria y suficiente información genética es recogida dentro de una célula, el huevo fertilizado y este momento es el momento de la fertilización. Sabemos que esta información esta escrita en un tipo de cinta a la que llamamos DNA… La vida está escrita en un lenguaje fantásticamente miniaturizado” Por ello, también se opuso férreamente al término que muchos pro abortistas comenzaron a utilizar: pre embrión.

La Mirada holística de la Información

En Medio de los Medios

con Víctor Hernández