Sin Censura
Por: Víctor R. Hernández
En un comunicado oficial de la Casa Blanca emitido el sábado 1 de febrero, señala que: “las organizaciones mexicanas de narcotraficantes mantienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de estadounidenses. Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles”.
El histórico comunicado fue respondido por la presidenta mexicana con una amenaza de movilización, ya que no sólo acusaba al gobierno de mantener alianza con los grupos criminales, también anunciaba una serie de medidas, entre ellas el aumento en los aranceles. El gobierno morenista desistiría de las movilizaciones y sólo recurría, como hasta hoy, a la narrativa de “colaboración sin sumisión” y de que se “actuará en contra de los que se encuentren fuera de la ley”.
Sin embargo, ante las abiertas y reiteradas acusaciones de Washington de que en México se vive un Estado Criminal, la gran mayoría de los analistas y comentaristas se han dedicado a analizar la serie de acontecimientos criminales que semana tras semanas se registran en nuestro país en forma aislada sin darse cuenta que con ello, se cae en el plan de acción puesto en marcha por los operadores del poder presidencial morenista.
Finalmente, el 12 de septiembre, Jacobo Dayán, director de CCU Tlatelolco, le dio en el clavo y unió todos los acontecimientos que, aparentemente se dan sin conexión en nuestro país y en forma conjunta, les puso nombre y apellido.
A continuación rescatamos partes de este amplio análisis que Jacobo Dayán, realizó espléndidamente en el programa de Carmen Aristegui:

— No estamos ante una red de corrupción, estamos ante una red de una macro-criminalidad que entre otras cosas hace gran corrupción, desfondamiento de instituciones del Estado y opera el crimen organizado. Hay una operación de empresarios, agentes del estado, instituciones del estado y crimen organizado, para el control de mercados lícitos e ilícitos, a gran escala. Esto se llama redes de macro-criminalidad.
— Lo que tenemos es un hilo de la madeja por acá, en la trama de los marinos en Tamaulipas, pero otro hilo de la madeja la tenemos con esta refinería que apareció en Veracruz y hemos escuchado que otro hilo de la madeja se encuentra también en el pacífico norte; Baja California.
— Parte del huachicol también llega por tierra y el ejército también está involucrado. O sea, estamos ante una red enorme, y esas redes requieren para operar, necesariamente, de impunidad y opacidad.
— Por ello, esto es una Red de Macro-criminalidad en donde operan empresarios, agentes de las instituciones del Estado y grupos criminales con la necesidad, para operar, de la protección al más alto nivel; Fiscalía General de la República y presidencia de la República, de ese tamaño.
— En México hubo gran indignación cuando desde Estados Unidos se dijo que hay un vínculo intolerable entre el Estado Mexicano y grupos criminales.
— Pero hay otro elemento que aporta Estados Unidos. Una vez que obtiene declaraciones de la gran cantidad de capos y actores relacionados con el crimen organizado mexicano, que a nosotros nos pasó desapercibido: la Empresa Criminal Continua o empresa Criminal Conjunta. Es esta frase que se utiliza en los tribunales penales para explicar la operación de una red con objetivos criminales pero que opera mucho más amplia, es decir, no es una banda de roba-coches o asalta bancos o gente que asalta transeúntes en la calle; operan como una gran empresa cuyos fines son criminales y para ello, hacen muchas actividades.
— Pero qué es lo relevante de esto, bueno que cualquier persona o institución que colabore con esa Empresa Criminal Continua de cualquier forma, aunque no se ha relacionado con la actividad criminal, es parte de esa empresa y entonces, tiene responsabilidad penal. Y hay antecedentes en tribunales. Por ejemplo, esto fue muy utilizado desde los tribunales de Nuremberg, cuando se determinó que la Gestapo operaba como una Empresa Criminal Continua; o en los tribunales de la antigua Yugoslavia.
— Es decir, cuando hay crímenes que se están cometiendo, en este caso los asesinatos, las desapariciones, la tortura, la extorsión, el despojo. Toda la parte violenta de la red macro-criminal se extiende a toda la red como parte de esa Empresa Criminal Continua.
— En esta Empresa, tienen el mismo peso tanto el que lava el dinero como la agencia aduanal que permite el acceso de combustible, como la red de marinos o los gobernadores, o el mismo crimen organizado. Es decir, esto opera como una red de macro-criminalidad y lo que estamos viendo son distintas hebras que si las empezamos a jalar, por ejemplo, desde Veracruz, Tabasco, Sinaloa, Sonora, Baja California, Guerrero o Tamaulipas, al final, todas nos van a llevar a un mismo origen, en este caso, es la Fiscalía General de la República y el gobierno de la República.
— Ahora, si la presidenta trata de sostener: “yo soy diferente. Y vean la diferencia de otros gobiernos, aquí sí hay la voluntad de llevar a juicio a los infractores de la ley”, bueno, pues que jale toda la hebra y a ver dónde queda la madeja completa.
— Han podido hacer su Plan C y con ello el desmantelamiento del Poder Judicial. Habrá que preguntarse con qué intenciones se hizo este desmantelamiento o si estiramos la hebra tendremos que este Plan C fue para seguir manteniendo el funcionamiento de la Empresa Criminal Continua y esto nos lleva al Estado Criminal que hoy vivimos. O sea, un Estado Criminal Continuo.
— Hoy tenemos no sólo el desmoronamiento de las instituciones y las capacidades del Estado, esto está generando una gobernanza criminal en terreno. Hay más de medio millón de muertos; hay una corresponsabilidad de estos agentes del Estado al participar y de las instituciones del Estado al participar en una Empresa Criminal Continua.
— Si esto se llevara ante un tribunal internacional, se asignarían responsabilidades penales al más alto nivel a los grupos del crimen organizado y de la clase política, por pertenecer al grupo criminal. Entonces, de nada sirve que simulen deteniendo a los operadores, a los de abajo, lo que se tiene que hacer es desmantelar la red y la red se desmantela arriba, en los nodos de conexión y ese arriba hoy, se encuentra en las gubernaturas, se encuentra en el congreso, se encuentra en secretarías de estado, se encuentra en dirigencias de partidos políticos, se encuentra en grupos de empresarios.
— Entonces, si entendemos todo esto, si unimos todos estos hilos, tendremos como resultado que estamos ante un Estado Criminal que forma parte de una Empresa Criminal Continua.
— Se requiere que se inicie un proceso de mecanismo de verdad y justicia que purguen al Estado Mexicano, no nada más hay que combatir, como hoy se hace, porque si así se sigue procediendo, esto no tendrá fin.
— Y no tendrá fin ya que actualmente en una oficina se combate al crimen organizado, pero en la oficina de junto, son sus socios. Y todo esto, dentro de las instituciones del Estado. No se trata de apartar las manzanas podridas porque lo que está podrido es toda la cesta. No hay controles. Los criminales requieren de estas redes de protección política y hoy, esa protección política está enquistada en el partido hegemónico controlando buena parte de los territorios del país, los tres poderes más los órganos electorales.